Hay muchas formas de perder. Pero perder de local 3 a 0 en la final, contra el archirrival de siempre, no tiene perdón. Madariaga no tuvo luces para hacer que Titiman brillara, resignándolo por momentos a labores de contención. Los goles fueron por balones perdidos rojos. El segundo, tal vez el que más lastimó, fue por un regalo de Josimar Arias en salida. De Arias esperamos que haya sido su último partido ya que sólo vino a jugar prácticamente para el otro equipo, con malas entregas, nada de creación y sí, mucho de estorbo. Prácticamente con la entrada del tico los rojos jugaron con uno menos.
Los rojos la tienen muy difícil para el partido de vuelta ya que irán de visitantes al estadio Cementos Progreso.
Un comentario
no inporta ganamos o perdemos soy puro rojo de corazon